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CÓMO ENCARGARSE DE LAS CAMPAÑAS DE RUMORES Y MURMURACIONES

Hay ocasiones en que se ataca la reputación de uno con rumores o chismes, lo que le da una realidad falsa, lo vuelve irreal y lo deja sin acuerdo con las personas con quienes está en contacto. Esta situación es opuesta a lo que se supone que se debe lograr con las relaciones públicas buenas. Se resume en “malas obras a las que se ha dado publicidad falsamente”. 

A menudo la persona sólo se encoge de hombros y lo acepta como parte de la vida; así es como es y no se debe confiar en la naturaleza humana. Otros luchan amargamente para defender su reputación y, al faltar la tecnología de relaciones públicas que pueda mostrarle cómo hacer frente a esas circunstancias, lo abordan de tal forma que sus negativas sólo consiguen empeorar el asunto. 

No se calumnia sólo a las celebridades o a las figuras políticas. Los rumores y las mentiras pueden hacer que la vida sea desagradable en cualquier círculo social. 

¿Qué hacer cuando la buena reputación de uno se ve amenazada por ataques de este tipo?

Si alguna vez surge una situación de este tipo, hay soluciones estándar de relaciones públicas para este problema que se deben conocer y aplicar. 

La “propaganda negra” (negra = mala o despectiva; propaganda = publicar o difundir afirmaciones o ideas) es el término que se usa para describir la técnica que se emplea para destruir la reputación o confianza del público en personas, compañías o naciones. 

La técnica de la propaganda negra intenta hundir tan profundamente la reputación de la persona, la compañía o la nación, como para que se le niegue todo derecho por “acuerdo general”. Entonces es posible destruir a la persona, a la compañía o a la nación con un ataque menor si es que la propaganda negra por sí misma, aún no lo ha logrado. 

La forma más antigua de esta táctica fue el chismorreo malicioso y lleno de mentiras de las ancianas y fue tan grave que en algunas áreas las ponían en el cepo público (yugos para el cuello) o las expulsaban del pueblo. 

En los tiempos modernos no existe este control sobre la propaganda negra. Las dificultades y el costo de las demandas por difamación , abuso de privilegios de prensa, etc., hacen que cualquiera esté expuesto a esas campañas. 

Lo único que se necesita es un enemigo. Y hay pocos hombres en la historia que no hayan tenido enemigos. 

En la sociedad existen individuos aislados que no comprenden demasiado. 

Esto se expresa como una especie de regodeo malicioso sobre las cosas. Personas así transmiten rumores difamatorios con mucha facilidad. En una sociedad analfabeta abundan esas personas. Como no saben leer, no tienen acceso a la mayor parte del conocimiento. Como no conocen muchas de las palabras, no comprenden gran parte de lo que se les dice. 

Esto no se limita sólo a las personas con problemas de analfabetismo. 

Lo que no comprenden lo sustituyen con cosas imaginarias. 

Esas personas no sólo escuchan la difamación sino que también la corrompen e incluso la deforman. 

Por lo tanto, en una sociedad puede esparcirse un rumor que no se base en la verdad. 

Cuando existen muchas de esas difamaciones y son persistentes, se sospecha de una “campaña de rumores”. Esto no se debe a que las personas rumoreen esas cosas, sino que se debe a que, como un viento maligno, parece no tener origen.

La propaganda negra aprovecha esa disposición para hacer circular y amplificar las mentiras. 

Gran parte de la propaganda negra es, por supuesto, más atrevida y aparece de forma flagrante en periódicos, radios y televisiones irresponsables (o controladas de forma encubierta).  

Pero aun después de que aparece una noticia de prensa desfavorable o sale al aire una transmisión de radio o de televisión negativa, los que hacen propaganda negra confían en la “campaña de rumores” para difundir la calumnia por toda la sociedad. 

Así que, cualquier persona, cualquier ser, está en riesgo. 

Una persona llega a sentir temor de las cosas desfavorables que se dicen de ella. Frente a una campaña de rumores, real o imaginada, tiende a retirarse, volverse menos activa y a alcanzar menos. 

Esto también es cierto con respecto a las compañías e incluso a las naciones. 

Por lo tanto, a menos que se sepa cómo manejar un ataque así, uno puede sentirse muy desdichado y enfermo. 

La Ley de los Datos Omitidos

Hay por desgracia una ley natural en funcionamiento que favorece la propaganda negra. 

CUANDO NO HAY DATOS DISPONIBLES, LA GENTE LOS INVENTARÁ. 

Esta es la ley de los datos omitidos.

El vacío tiende a llenarse por sí mismo. Los filósofos de la antigüedad dijeron que “la naturaleza aborrece un vacío”. En realidad, la presión circundante fluye hacia un área sin presión.

Así sucede con una persona, una compañía o una nación.

Cuando la atacan con mentiras, la persona tiende a retirarse. Esta situación, de por sí, tiende a atraer cosas.

En consecuencia la persona no desea proporcionar datos. Se convierte, hasta cierto punto, en un misterio.

Para llenar ese misterio, la gente inventará datos.

Esto es cierto con respecto a las personas, las compañías o las naciones.

Es aquí donde las relaciones públicas son una necesidad.

En esencia, las relaciones públicas es el arte de hacer que las buenas obras sean bien conocidas.

Es un error fatal pensar que las buenas obras hablan por sí mismas; no es así, se les debe hacer publicidad. 

En esencia, esto es lo que son las relaciones públicas y esta es la razón de su existencia: llenar ese vacío de datos omitidos. En medio de una campaña de propaganda negra, se niegan los conductos normales de comunicación. Los medios de prensa en que se lleva a cabo la campaña no publicarán comentarios favorables. Es una locura pensar que lo harán, ya que sirven a otros amos que tienen el propósito de destruir la reputación del blanco. 

Las declaraciones “autorizadas” ocultan la simple verdad. 

Así, los que se dedican a las relaciones públicas deben ser en verdad expertos en su tecnología cuando confrontan la propaganda negra. 

La Resolución

Cuando uno no está librando una batalla contra la propaganda negra, las relaciones públicas son sencillas. 

Se contrata a un reportero que empieza a trabajar pensando ideas y publicando artículos. Por eso, a menudo se cree que los reporteros son personas de relaciones públicas, cuando no lo son. 

Al enfrentarse a una campaña de propaganda negra, esos artículos se deforman, se rechazan y ahí termina el asunto. 

Hay mucho más en este arte que eso. 

Estas son algunas de las reglas que se aplican: 

Llena el Vacío 

Ante todo, deja de retirarte. Al ocuparse de la propaganda negra con relaciones públicas, se ha demostrado de forma concluyente que sólo el flujo de información hacia el exterior compensa. No decir nada puede ser digno de admiración en una persona, pero es fatal en las relaciones públicas. 

La negación directa es burda y puede usarse en contra de uno como una especie de confirmación. 

No tienes que anunciar o divulgar una crisis y nunca debería hacerse. Las personas de relaciones públicas son las que a menudo fabrican la crisis.

Pero no lo interpretes como que “el silencio es necesario”. Consigue un lugar seguro y habla claro. 

Para hablar claro, usa cualquier conducto. Pero no busques conductos que corromperán lo que digas al repetirlo. 

No continúes en el mismo tema en el que se te está atacando. 

Un ejemplo de hablar claro, sin negar y de esa manera confirmar, podría ser: 

AFIRMACIÓN: “Leí que tu compañía quebró el mes pasado”. 

REFUTACIÓN: ¡Dios mío! ¡Qué me vas a decir! Si no hubiéramos rescindido ese contrato, de verdad que hubiéramos quebrado. Hubo toda una bronca en la junta directiva, pero ganó McLinty. Un escocés hasta la médula. Él dijo: ‘¡No lo firmaré!’. Aquello fue como cortarle la cabeza al presidente. ¡Menuda bronca! Parece que tenemos 80 millones enterrados en algún lugar y McLinty es el encargado de ese dinero y no se bajará del burro”.

La conclusión del que pregunta es que no estás en quiebra. Obtuvo los datos. El vacío se llenó con una historia de broncas en la junta y 80 millones misteriosos en reservas. 

Prueba la Falsedad de los Datos Falsos

Esto consiste en probar que las afirmaciones son falsas con documentos, demostraciones o enseñando algo. Es necesario disponer de una carpeta preparada (una colección de documentos), o la capacidad para demostrar o algo que enseñar. 

AFIRMACIÓN: “Me han dicho que ustedes tienen problemas con la Junta de Salud del Municipio”. 

REFUTACIÓN: “Aquí está nuestro certificado de higiene recientemente expedido y una carta de recomendación de la Junta de Salud”. Y la muestras. 

¿Resultado? Quienquiera que se lo haya dicho queda ahora desacreditado a los ojos de quien hizo la afirmación como informante fiable. 

Cuando la persona hace una afirmación que puede probarse como falsa, averigua quién lo dijo, para que fije ahí su atención y entonces procedes a refutar la afirmación.

AFIRMACIÓN: “Oí que no está casada con el hombre con quien vive”. 

REFUTACIÓN: “¿Quién te dijo eso?”.

QUIEN HACE LA AFIRMACIÓN: “No me acuerdo”. 

QUIEN REFUTA: “Bueno, recuérdalo y te enseñaré alguna prueba”. 

QUIEN HACE LA AFIRMACIÓN: “Bien, fue un hombre…”. 

QUIEN REFUTA: “¿Quién?”.

QUIEN HACE LA AFIRMACIÓN: “José Mémez”. 

QUIEN REFUTA: “De acuerdo. Aquí está mi certificado de matrimonio. En todo caso, ¿quién es ese chiflado de José Mémez?”. 

Ahora es José Mémez el misterio. ¿Por qué miente? ¿En qué se beneficia?

Cuando no se tiene el documento, pero se puede conseguir, se puede decir: “Dime el nombre de quienquiera que te dijo eso y la siguiente vez que te vea a usted te mostraré algo muy interesante al respecto”.

Y asegúrate de obtener el documento y ver de nuevo a la persona. 

Hay miles de millones de variaciones. “No volará”. Hazlo volar. “El lugar está vacío”. Muéstrale que está lleno. 

Lo más importante es probarlo de cualquier forma posible.

Sólo pon en tela de juicio las afirmaciones que puedas probar que son falsas, y en cualquier conversación desentiéndete del resto.

Prueba la falsedad de todo rumor

Cuando no hay información disponible, la gente la inventará. Por desgracia esta ley favorece a la propaganda negra.

Si el vacio se llena con datos verdaderos...

...se notará que la propaganda negra es una mentira y desaparecerá.

Probar algo negativo es casi imposible. “¿Cómo sé que no eres un agente de la CIA?”. Bien, ¿cómo puede uno probar eso? No se puede sacar de repente un distintivo de la KGB ya que eso sería igual de malo. Nadie ha escrito nunca un documento que diga: “Martín Tinmar no es un miembro de la CIA”. Inútil. Es una negación. ¿Quién la creería?”.

A veces da resultado decir “Yo no”. 

Pero la respuesta correcta a algo negativo (sin pruebas) es “llenar el vacío”. 

Y de vez en cuando, puedes probar algo negativo. Si acusan a alguien de traficar con drogas, puedes mostrar que es un miembro de la liga antidrogas. En algo negativo, la prueba de lo contrario debe ser digna de crédito.

Existen miles de millones de variaciones. 

La base es no ser lo que se rumorea y ser capaz de probarlo con rapidez.

Continúa Llenando el Vacío

La continuidad de las buenas obras y la publicación efectiva de material acerca de esas buenas obras es vital. 

A los panfletos, los folletos, los artículos de prensa; el periódico y la revista propios, a estos y a muchos más, se les debe suministrar una identificación comprensible de uno mismo.

Al distribuirlos o usarlos, se hace publicidad de las buenas obras de uno. 

Y también debemos hacer buenas obras. Es necesario ser visible, al menos a través de las buenas obras y acciones. 

Así que debe presentarse un torrente continuo, verídico e ingenioso, de artículos de relaciones públicas. 

Luego, un día no hay enemigo. 

Y la reputación propia es alta. 

Pueden haber otros ataques, pero ahora se pueden manejar como pequeñas fogatas y no como todo un bosque en llamas. 

Tú puedes ver que la propaganda negra es un ataque encubierto a la reputación de una persona, una compañía o una nación, utilizando la difamación y las mentiras con el fin de debilitar o destruir. 

La defensa presupone que el blanco no es tan malo. 

No es necesario ser perfecto para resistir un ataque de ese tipo, pero ayuda. 

Pero incluso si uno fuera perfecto, eso no sería una defensa. Casi todos los santos de la historia estuvieron sujetos a estos ataques. Y la mayoría murieron por ellos. 

La respuesta es aplicar con destreza la tecnología de las relaciones públicas.

Para ser diestro en lo que sea, uno tiene que conocerlo, tener experiencia en ello y hacerlo.

un armazón de madera en el cual, en tiempos antiguos, un delincuente era asegurado por las manos y los pies o la cabeza y las manos, y dejado en público para ser ridiculizado o maltratado.

la acción de publicar declaraciones falsas y maliciosas sobre alguien.

una riña ruidosa, disputa o disturbio.

Agencia Central de Inteligencia, la agencia principal de información del Gobierno de Estados Unidos que reúne información (inteligencia) de los gobiernos extranjeros y de ciertos grupos no gubernamentales, incluyendo aquellos relacionados con el terrorismo o crimen organizado. Ellos también intentan secretamente influir en los acontecimientos de otros países.

siglas de “Comité para la Seguridad del Estado” (del ruso Komitet Gosudarstvennoj Bezopasnosti), organismo de policía secreta, espionaje y seguridad, de la antigua Unión Soviética. Sus responsabilidades incluían operaciones encubiertas de inteligencia, protección de los líderes políticos soviéticos y la vigilancia de fronteras (para mantener a los intrusos fuera y los ciudadanos dentro).

cree o asume con antelación o anticipadamente; tiene expectativa.